Una sobretensión eléctrica es muy difícil de controlar, cuando se produce, ya que lo hace de forma inesperada. Sin embargo, una manera de prevenirla es instalando unos protectores para sobretensiones.
Actualmente, una sobretensión eléctrica tiene gran importancia, ya que esta puede dañar desde un simple electrodoméstico hasta toda una red eléctrica de una fábrica, por ejemplo. Pero… ¿Por qué se producen?
Una sobretensión eléctrica puede estar causada por fenómenos meteorológicos, o por un voltaje muy elevado que es imposible de soportar por la instalación eléctrica.
Protección contra una sobretensión eléctrica transitoria
Este tipo de protección es útil para los artefactos electrónicos como las lavadoras, que poseen regulación de velocidad, los televisores y los ordenadores. Además, protege las redes eléctricas contra los rayos y contra las descargas por conmutación.
Protección contra una sobretensión eléctrica permanente
En este caso, la protección va dirigida para aquellas sobretensiones que duran mucho tiempo. La ventaja que posee es que cuando se utiliza, se dispara únicamente un interruptor, por lo que la intensidad de electricidad que circula es poca. Además, esta desaparece cuando se desconecta.
Protección contra una sobretensión eléctrica combinada
Si queréis proteger adecuadamente vuestra instalación eléctrica, es necesario instalar una protección contra sobretensiones combinadas, que mezcla la protección contra las sobretensiones transitorias y contras las permanentes.
¿Cómo se instala un protector contra sobretensiones?
Debéis saber que instalar un protector contra sobretensiones tiene un alto nivel de dificultad, por lo que, si no estáis especializado en el mundo eléctrico, en electricistas Chueca no os recomendamos que lo practiquéis en casa. Es mejor que contactéis a una empresa de profesionales confiables y de alta calidad, para garantizar los mejores resultados y seguridad.
¿Qué marca de protectores podéis escoger?
El único defecto que poseen los protectores contra sobretensiones eléctricas, es que su calidad no se puede medir a menos que ocurra un inconveniente relacionado a su función. Por ese motivo, nosotros os recomendamos que compréis marcas de buena calidad, para que así tengáis la garantía de que podéis estar seguro. Recordad que lo barato, sale caro.